En ENFAF sabemos que la alimentación en el embarazo es uno de los factores más importantes para la salud tanto de la madre como del bebé.
Durante esta etapa, el cuerpo femenino experimenta grandes cambios fisiológicos y nutricionales, por lo que una dieta equilibrada y consciente se convierte en una herramienta esencial para prevenir complicaciones, favorecer el desarrollo fetal y garantizar el bienestar general.

¿Por qué es tan importante la alimentación durante el embarazo?
Durante el embarazo, las necesidades nutricionales aumentan de forma significativa. El organismo requiere más energía, proteínas, vitaminas y minerales para sostener el crecimiento del bebé y adaptarse a los cambios del cuerpo materno.
Una dieta para embarazadas bien planificada no solo mejora el desarrollo fetal, sino que también reduce el riesgo de anemia, diabetes gestacional o hipertensión.
Cambios fisiológicos y nutricionales en la gestación
El embarazo implica una transformación completa del metabolismo. El volumen sanguíneo aumenta, el sistema digestivo se vuelve más sensible y las demandas de hierro, calcio y ácido fólico se incrementan.
Además, el cuerpo se vuelve más eficiente en el uso de la energía, lo que exige una dieta en el embarazo ajustada a cada trimestre.
Durante el primer trimestre, el enfoque debe estar en la calidad, más que en la cantidad. En el segundo y tercer trimestre, el requerimiento calórico crece entre 300 y 500 kcal diarias, siempre según el nivel de actividad física y el estado nutricional previo.
Impacto de la dieta de la madre en la salud del bebé y de la madre
Una alimentación saludable durante el embarazo tiene efectos directos sobre el desarrollo del bebé y la recuperación posparto. Los nutrientes que la madre consume son los mismos que el feto utiliza para formar tejidos, órganos y sistemas vitales. Deficiencias de hierro, calcio o ácido fólico pueden derivar en complicaciones como bajo peso al nacer o defectos del tubo neural.
Asimismo, una dieta equilibrada contribuye a mantener la energía, controlar las náuseas, fortalecer el sistema inmunitario y favorecer la salud intestinal. En ENFAF insistimos en que la educación nutricional durante la gestación es una inversión en la salud de dos vidas.
Nutrientes esenciales que no pueden faltar en la dieta de una embarazada
La alimentación de una mujer embarazada debe centrarse en obtener los nutrientes necesarios para cubrir tanto las necesidades maternas como las del bebé. No se trata de comer por dos, sino de alimentarse el doble de bien.
Ácido fólico en la dieta para embarazadas: cuándo, cuánto y alimentos ricos
El ácido fólico (vitamina B9) es uno de los pilares de la nutrición durante el embarazo. Ayuda a prevenir malformaciones del tubo neural, especialmente durante las primeras semanas de gestación. Por eso, se recomienda iniciar su suplementación incluso antes de quedar embarazada.
La dosis diaria recomendada suele situarse en torno a 400–600 microgramos, aunque siempre debe ser pautada por un profesional sanitario. Además del suplemento, conviene incluir alimentos ricos en ácido fólico como:
- Verduras de hoja verde: espinacas, acelgas y brócoli.
- Legumbres: lentejas, garbanzos y guisantes.
- Frutas cítricas y aguacate.
- Frutos secos, especialmente nueces y almendras.
Una alimentación variada garantiza que el cuerpo reciba el ácido fólico necesario de manera natural, complementando la suplementación cuando sea indicada.
Hierro, calcio, yodo, proteínas y otros micronutrientes clave
Durante el embarazo, los requerimientos de varios nutrientes aumentan considerablemente. Algunos de los más importantes son:
- Hierro: necesario para la formación de glóbulos rojos y prevenir la anemia. Se encuentra en carnes magras, lentejas y espinacas. Su absorción mejora si se combina con alimentos ricos en vitamina C.
- Calcio: esencial para la formación ósea del bebé y la salud de los dientes y huesos de la madre. Fuentes ideales son los lácteos, el brócoli, las almendras y el tofu.
- Yodo: favorece el desarrollo cerebral y hormonal del feto. Está presente en el pescado blanco, los huevos y la sal yodada.
- Proteínas: fundamentales para el crecimiento de tejidos y órganos. Las mejores fuentes son el pescado, las legumbres, los huevos y las carnes blancas.
En nuestro máster en nutrición clínica explicamos en detalle cómo ajustar estos micronutrientes en distintas etapas de la gestación, evitando carencias y promoviendo una salud materno-fetal óptima.
Cómo adaptar la dieta para embarazadas en función del trimestre o estado físico
Las necesidades nutricionales varían a lo largo del embarazo. En el primer trimestre, las náuseas y el cansancio suelen ser los principales desafíos; en el segundo, aumenta la demanda energética; y en el tercero, el volumen del bebé puede dificultar la digestión.
Algunas recomendaciones prácticas incluyen:
- Fraccionar las comidas en 5–6 ingestas pequeñas.
- Beber suficiente agua para evitar el estreñimiento.
- Reducir los alimentos grasos y muy condimentados.
- Evitar largos periodos de ayuno.
Una dieta para embarazadas debe ser flexible, adaptada a cada etapa y guiada por un profesional. La personalización es clave para mantener la salud sin estrés ni restricciones innecesarias.
Nutrientes clave durante el embarazo y su importancia
| Nutriente | Función principal en el embarazo | Función principal en el embarazo | Función principal en el embarazo |
| Hierro | Formación de hemoglobina, prevención de anemia | Anemia materna, poco peso al nacer | Carnes, legumbres, suplementos |
| Ácido fólico (B9) | Prevención de defectos del tubo neural, desarrollo fetal | Malformaciones congénitas, abortos | Verduras verdes, suplementos |
| Calcio | Desarrollo óseo fetal, prevención de preeclampsia | Hipocalcemia, preeclampsia | Lácteos, vegetales verdes |
| Yodo | Desarrollo neurológico y tiroideo fetal. | Hipotiroidismo | Sal yodada, pescados |
| Vitamina D | Absorción de calcio, desarrollo óseo | Raquitismo o debilidad ósea | Exposición solar, lácteos |
| Omega-3 (DHA/EPA) | Desarrollo cerebral y visual fetal | Retraso cognitivo, bajo peso | Pescados grasos, suplementos |
| Zinc | Crecimiento y desarrollo celular | Bajo peso, parto prematuro | Carnes, nueces, cereales |
| Vitamina A* | Desarrollo celular y visual (evitar exceso por toxicidad) | Ceguera, malformaciones (por exceso) | Zanahoria, hígado (con moderación) |
| Vitamina B12, C, E | Metabolismo, inmunidad, antioxidantes | Anemia, debilidad, complicaciones fetales | Carnes, frutas, verduras |
Alimentos y hábitos recomendados durante el embarazo
Una buena alimentación durante el embarazo se basa en la variedad, el equilibrio y la seguridad alimentaria. Algunos hábitos que conviene mantener son:
- Consumir frutas y verduras frescas, bien lavadas y de temporada.
- Incluir proteínas en cada comida: carne magra, pescado, huevos o legumbres.
- Elegir cereales integrales y evitar azúcares refinados.
- Tomar lácteos pasteurizados o bebidas vegetales enriquecidas en calcio.
- Priorizar métodos de cocción seguros: plancha, vapor o horno.
También es recomendable realizar actividad física moderada, siempre bajo supervisión médica, ya que mejora la circulación y reduce molestias comunes como el dolor lumbar o la retención de líquidos.
Alimentos y hábitos que evitar durante el embarazo
Tan importante como saber qué comer es saber qué no comer durante el embarazo. Algunos alimentos pueden suponer un riesgo para la madre o el bebé, especialmente por la posible presencia de bacterias, parásitos o exceso de ciertos compuestos.
- Pescados grandes (pez espada, atún rojo, emperador): contienen altos niveles de mercurio.
- Carne o pescado crudos: evitar sushi, carpaccios o embutidos no cocinados por riesgo de toxoplasmosis o listeriosis.
- Quesos sin pasteurizar: pueden contener bacterias dañinas.
- Alcohol y cafeína en exceso: ambos afectan al desarrollo fetal y deben limitarse o evitarse completamente.
- Huevos crudos o preparaciones caseras con ellos (mayonesas, postres sin cocción).
En resumen, una embarazada debe evitar alimentos de riesgo y extremar la higiene en la preparación de comidas. Estas precauciones reducen complicaciones y garantizan un desarrollo saludable del bebé.
Guía práctica para diseñar tu alimentación en el embarazo
Una alimentación en el embarazo adecuada no tiene por qué ser complicada. Lo más importante es planificar con criterio, priorizar alimentos reales y escuchar al propio cuerpo. A continuación, te ofrecemos una guía paso a paso para organizar tu dieta de forma sencilla y segura.
Paso 1: evaluar tu nivel, objetivo y estado de salud
Cada embarazo es único. Antes de iniciar cualquier cambio en la alimentación, es esencial contar con una valoración médica o de un dietista-nutricionista. Factores como el peso previo, la edad, las posibles patologías o la actividad física determinan las necesidades energéticas y nutricionales.
En el técnico superior en dietética de ENFAF enseñamos precisamente a realizar este tipo de valoraciones, fundamentales para adaptar la alimentación a cada etapa vital.
Paso 2: establecer un plan de alimentación adecuado al embarazo
La base de una dieta saludable durante el embarazo se construye sobre la variedad y el equilibrio. No existen alimentos mágicos, pero sí combinaciones que favorecen la digestión, la absorción de nutrientes y el bienestar general.
Algunos consejos prácticos incluyen:
- Combinar proteína, grasa saludable y carbohidrato complejo en cada comida.
- Incluir frutas o verduras en todas las ingestas.
- Beber agua de forma regular (entre 1,5 y 2 litros al día).
- Evitar largas horas sin comer: las comidas pequeñas y frecuentes ayudan a controlar las náuseas.
- Reducir la sal y los azúcares añadidos.
Una planificación sencilla, con alimentos accesibles y de temporada, puede marcar la diferencia. En ENFAF promovemos la idea de que una dieta saludable no debe ser restrictiva, sino adaptada a la realidad de cada mujer.
Paso 3: ajustar según trimestre, actividad física y condiciones personales
El embarazo no es una etapa estática, y la alimentación debe evolucionar con él. A medida que el cuerpo cambia, también lo hacen las necesidades nutricionales.
- Primer trimestre: prioriza alimentos suaves, ricos en ácido fólico y fáciles de digerir. Evita olores fuertes y come en pequeñas cantidades.
- Segundo trimestre: aumenta el aporte proteico y de hierro. Es el momento en que el crecimiento fetal se acelera.
- Tercer trimestre: da preferencia a comidas ligeras y fraccionadas. El espacio gástrico disminuye y pueden aparecer reflujo o sensación de plenitud.
Además, quienes practican ejercicio durante la gestación necesitan un aporte extra de líquidos y carbohidratos de calidad. En el máster en entrenamiento y nutrición deportiva de ENFAF tratamos cómo adaptar la dieta al movimiento seguro durante el embarazo.
Claves para que la alimentación en el embarazo sea sostenible y sin estrés
Comer bien durante el embarazo no significa seguir una dieta estricta. Se trata de mantener hábitos equilibrados y disfrutables, sin presiones ni miedos. La clave está en encontrar el punto medio entre la salud y el placer.
- Crear hábitos alimentarios disfrutables: elige alimentos que te gusten y que aporten beneficios nutricionales. Planifica tus comidas, pero deja espacio para la flexibilidad.
- Manejar antojos y cambios de apetito: los antojos son normales. En lugar de evitarlos por completo, busca alternativas saludables (por ejemplo, fruta o yogur natural en lugar de dulces industriales).
- Controlar la alimentación emocional: el embarazo puede generar ansiedad o cansancio. Comer de forma consciente, sin distracciones, ayuda a regular el apetito y mejorar la digestión.
- Consultar a un profesional cuando sea necesario: ante dudas, náuseas persistentes o carencias nutricionales, acudir a un especialista en nutrición es la mejor decisión.
En ENFAF consideramos que la educación alimentaria empodera a las mujeres embarazadas, ayudándolas a disfrutar de esta etapa con serenidad y confianza.
Preguntas frecuentes sobre la alimentación en el embarazo
¿Cuántas calorías extra necesito durante el embarazo?
No es necesario “comer por dos”. Durante el primer trimestre, las necesidades calóricas apenas varían. En el segundo y tercero, se recomienda un aumento de entre 300 y 500 kcal diarias, dependiendo del peso previo y del nivel de actividad física. La calidad de los alimentos siempre debe primar sobre la cantidad.
¿Qué pasa si tengo náuseas o rechazo por ciertos alimentos?
Las náuseas son muy frecuentes, sobre todo en las primeras semanas. Comer despacio, en pequeñas cantidades y evitar olores fuertes puede ayudar. Las infusiones suaves, el jengibre y las galletas saladas también pueden aliviar el malestar. Si las náuseas son intensas y persistentes, conviene consultarlo con el médico.
¿Puedo tomar suplementos o debo centrarme en los alimentos?
Los suplementos de ácido fólico y, en algunos casos, hierro o yodo, suelen ser recomendados por los profesionales de salud. Sin embargo, el foco principal debe estar en una alimentación variada. Los suplementos complementan, pero no sustituyen, una dieta equilibrada.
¿Qué alimentos debo evitar completamente durante el embarazo?
Hay ciertos alimentos prohibidos durante el embarazo por riesgo microbiológico o exceso de compuestos nocivos:
- Carne o pescado crudo o poco hecho.
- Quesos blandos sin pasteurizar.
- Pescados grandes con mercurio (pez espada, tiburón, atún rojo).
- Huevos crudos o productos elaborados con ellos sin cocción.
- Bebidas alcohólicas.
Tomar precauciones con la higiene alimentaria (lavar frutas y verduras, cocinar bien los alimentos, evitar la contaminación cruzada) es esencial para proteger al bebé.
¿Cómo adaptar la dieta si ya tenía una buena alimentación antes de quedar embarazada?
Si tu alimentación ya era equilibrada antes del embarazo, bastará con pequeños ajustes: aumentar ligeramente la cantidad de proteínas y hierro, cuidar la hidratación y reforzar el aporte de calcio y ácido fólico. No es necesario realizar cambios radicales, sino adaptar las proporciones a esta nueva etapa.
Conclusión: nutrir la vida desde el primer día
La alimentación en el embarazo no se trata de dietas perfectas, sino de equilibrio, consciencia y cuidado. Lo que comemos durante estos meses influye en el desarrollo del bebé y en la salud de la madre a largo plazo. Una dieta saludable, variada y segura puede prevenir complicaciones y crear las bases de una vida más fuerte y vital.
En ENFAF acompañamos a las futuras madres y a los profesionales que las asesoran a través de formaciones especializadas. Nuestro máster en nutrición clínica y el máster en entrenamiento y nutrición deportiva profundizan en la nutrición materna, la salud hormonal y la educación alimentaria.
Y para quienes buscan iniciarse en este ámbito, nuestro técnico superior en dietética ofrece las bases científicas y prácticas para entender cómo la alimentación influye en cada etapa de la vida, desde la infancia hasta la maternidad.
Nutrir la vida empieza en el plato. Cada decisión alimentaria durante el embarazo es una muestra de amor y de salud para el futuro. En ENFAF creemos que educar en nutrición es el primer paso para cuidar mejor de nosotras y de quienes vienen detrás.