Hoy venimos con un tema que suele suscitar mucho interés que, por suerte, suele traer cosas buenas para todos. ¿Afecta el sexo al rendimiento deportivo? Hoy profundizaremos en este tema, conversación que parece que a muchas personas les inquieta siquiera mencionar. Sin embargo, siento decirte que este artículo no tratará de hablar de si el tamaño importa o no. Si este aspecto interesa al lector, recomendamos coger una cinta de medir y leer este artículo tan interesante. No es menester en este artículo entrar en este tipo de juicios o valoraciones, esperamos que se entienda.
Dicho esto, empecemos definiendo el sexo tal y como lo declara la OMS: “Un aspecto central del ser humano a lo largo de la vida y abarca el sexo, las identidades y roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La sexualidad se experimenta en pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad está influenciada por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales”.
Tenemos que saber que la actividad sexual tiene bastantes beneficios en la salud, en un artículo reciente se resumen y abarcan muchos de ellos. Una vez más, no es el tema del artículo de hoy, te dejamos una imagen con un pequeño resumen que hemos adaptado de los autores, espero que te sirva de ayuda.
Primero vamos a comentar el porqué se ha pensado que el sexo o la masturbación pueden afectar al rendimiento. Para ello, nos tenemos que ir a la antigüedad, con los romanos y griegos. Estos creían que la abstinencia y la frustración sexual conllevaba a un aumento de la agresión y, por ende, mayor fuerza muscular. Realmente creían que, si eyaculaban, “alejaban” la testosterona del cuerpo.
Vamos a remontarnos primeramente a una revisión sistemática de 2016. El objetivo fue evaluar la actividad sexual (solo coito, no había evidencia sobre masturbación) y el rendimiento antes de las competiciones. Esta revisión sistemática incluyó 9 estudios, de los cuales, como los mismos autores indican “ninguno de los estudios seleccionados ha abordado este aspecto sistemáticamente”. Además, no hay evidencia de una investigación metódica de las posibles diferencias por género, o intensidad, o el tipo de deporte practicado”. Por lo cual, una de las grandes limitaciones ya era la calidad metodológica que había hasta la fecha.
Algo que podemos observar, es que algunos de los estudios incluidos, no eran ni si quiera controlados. Habían muchísimos factores que podrían escaparse (descanso, por ejemplo). Otro elemento importante era el tiempo de la actividad sexual, ya que este sería un factor importante a controlar. No obstante, ninguno de estos estudios encontró una asociación negativa, sino más bien positiva a nivel psicológico o sin diferencias.
En cuanto a la fuerza de agarre, mencionan otra pequeña revisión. En esta se analizó si el sexo en la noche anterior afecta al rendimiento. Para ello, escogieron a 14 ex atletas varones casados. se les hizo una prueba de fuerza de agarre de esfuerzo máximo la mañana después del coito. Posteriormente, se realizó la misma prueba después de al menos 6 días de abstinencia. Los resultados sugirieron que la fuerza y la resistencia de los músculos flexores palmares no se ven afectadas negativamente por el sexo la noche anterior.
Como conclusión de esta revisión, podemos decir que los estudios suelen estar metodológicamente mal diseñados. No obstante, en ningún estudio se ve que el sexo pueda tener un efecto negativo en el rendimiento, sino al contrario. El sexo ayuda a combatir el estrés y la ansiedad.
En un artículo muy reciente, donde el objetivo fue sintetizar y evaluar todos los estudios que han examinado la influencia de la actividad sexual en el rendimiento deportivo, o en alguna medida objetiva de la aptitud física, por ejemplo, evaluación objetiva de la capacidad aeróbica (cinta de correr hasta el agotamiento volitivo), resistencia musculoesquelética (máximas flexiones posibles hasta el fallo) o medida de potencia o fuerza anaeróbica (1RM)
Lo bueno de esta revisión es que intentó cubrir todos los errores que habían tenido las anteriores revisiones sistemáticas. Además, utilizar una técnica metanalítica para sintetizar los resultados daría una mejor visión de ellos.
Los criterios de inclusión (lo que miraban para seleccionar o no un estudio) para esta revisión sistemática y metaanálisis fueron:
En cuanto a los criterios de exclusión (lo que miraban para descartar un artículo de la revisión) eran los siguientes:
Teniendo en cuenta todo esto, consiguieron rescatar 9 artículos para ser añadidos en esta revisión sistemática con metaanálisis. En ella, hubo un total de 132 sujetos, de los cuales, 131 eran hombres y solo 1 mujer. Todos los estudios fueron cruzados, (un estudio cruzado es cuando un sujeto pasa por las dos intervenciones) lo que aumenta la calidad.
Dividiendo los estudios, de los 9 añadidos, 4 estudios analizaron la resistencia muscular, 5 la capacidad aeróbica, y 7 de ellos hicieron 10 evaluaciones de la fuerza o potencia muscular, ya que varios estudios evaluaron varias medidas del rendimiento físico en una sola sesión. Es decir, las tres mediciones de rendimiento se evaluaron el mismo día.
Finalmente, se obtienen dos análisis claros después de analizar tanto por separado, como todo junto los análisis de las pruebas de rendimiento físico. La evidencia indica que la actividad sexual desde los 30 minutos a las 24 horas antes del entrenamiento, no deteriora el rendimiento frente a abstenerse a ella.
No obstante, nos encontramos de nuevo con que esta revisión sistemática con metaanálisis tiene varias limitaciones. A continuación, vamos a mencionarlas y, posteriormente, concluiremos nosotros mismos lo que creemos hasta la fecha:
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