Deportistas como Carlos Alcaraz, Cristiano Ronaldo o Neymar han lucido alguna vez las tiras nasales externas, una especie de adhesivo pegado a la nariz. Estas pegatinas actúan abriendo las fosas nasales y prometen mejorar el rendimiento deportivo. Y, aunque las tiras nasales han cogido fama en los últimos años, ¿son realmente tan buenas como dicen?
Si revisamos la escasa literatura que hay sobre las tiras nasales y el ejercicio físico, comprobamos que no hay un consenso ni se puede afirmar que tengan un beneficio claro, ya que los resultados de los estudios se contradicen.
Por ello, vamos a revisar con rigor qué dice la ciencia al respecto, qué estudios se han realizado y vamos a destapar toda la verdad sobre el efecto de las tiras nasales.
Pero, para llegar a ese punto, primero debemos definir correctamente qué son las tiras nasales.
¿Qué son las tiras nasales y por qué se usan en el deporte?
Los dilatadores nasales (o tiras nasales) son pequeños dispositivos diseñados para abrir la parte interna de la nariz y facilitar así la entrada de aire.
Hoy en día existen distintos tipos, los que se colocan por fuera o por dentro de la nariz, dependiendo del modelo.
Estas tiras, que hemos podido ver en deportistas como Carlos Alcaraz, Cristiano Ronaldo, Lamine Yamal o Neymar, consisten en una banda adhesiva con una banda elástica central.
Al aplicarse a través de la válvula nasal, teóricamente estos dilatadores aumentan el área valvular nasal.
Estas tiras nasales suelen recomendarse para aliviar problemas como la congestión nasal, los ronquidos, una desviación del tabique o algunas enfermedades que dificultan la respiración.
En el mundo deportivo y del rendimiento han ido cogiendo fama ya que parece que pueden ayudar a respirar mejor durante el ejercicio.
En concreto, algunos estudios señalan que los dilatadores nasales podrían mejorar el rendimiento aeróbico al facilitar el paso del aire, reducir el esfuerzo respiratorio, retrasar la necesidad de respirar por la boca y disminuir la sensación de fatiga al hacer ejercicio.
(Dinardi et al., 2014, Dinardi et al., 2021, Griffin et al., 1997).
Ahora bien, aunque estos dispositivos son cada vez más usados ¿qué evidencia científica existe sobre sus beneficios? ¿Son realmente tan efectivos como parece?
Vamos a hacer un recorrido por la literatura científica actual y a poner sobre la mesa la verdad sobre las tiras nasales y el rendimiento deportivo.
¿Las tiras nasales mejoran el rendimiento físico? Qué dice la ciencia
¿Las tiras nasales mejoran el rendimiento físico? Esto dice la ciencia
Las tiras nasales, aunque estén actualmente en su apogeo, ya fueron estudiadas en 1997.
En este año, un grupo de investigadores de la Universidad de Alabama estudió sus efectos fisiológicos en deportistas jóvenes.
Para ello, en primer lugar midieron el área de la válvula nasal en 53 participantes, con y sin tira nasal. Y, en segundo lugar, 30 de estos voluntarios realizaron una prueba en bicicleta estática con y sin el dilatador.
Entre sus resultados, aumentó significativamente el área de paso del aire en la nariz, mejoró el rendimiento submáximo, el consumo de oxígeno (VO₂max), frecuencia cardíaca y sensación de esfuerzo.
Sin embargo, hay que tener en cuenta un par de aspectos de este artículo científico. Aunque fue un diseño doble ciego aleatorizado, lo que indica una buena calidad metodológica, fue financiado por la empresa fabricante del dilatador, marca Breathe Right, lo que podría provocar sesgo de interés.
Además, sus resultados no garantizan mejoras en el rendimiento deportivo máximo ni aplicabilidad general, sus efectos parecen modestos y variables entre personas y, como era de esperar, se requiere más investigación en distintos contextos, con muestras más amplias y poblaciones diversas.
Tras 1997, durante un par de años se siguieron publicando algunos artículos, sin embargo, como podemos comprobar en la búsqueda de PubMed, las investigaciones acerca de las tiras nasales y el ejercicio sufrieron un parón entre 2001 y 2017, publicando únicamente 7 estudios en cuestión de 10 años.
Dentro de los pocos estudios que se publicaron, muchos de ellos se realizaron en adolescentes. Un estudio de 2013 realizado por Dinardi et al., evaluó a 48 adolescentes sanos que jugaban al baloncesto en dos situaciones, por un lado usando tiras nasales externas reales y, por otro lado, usando tiras placebo.
En la evaluación con la tira nasal real, los adolescentes mejoraron el VO₂max, disminuyó la frecuencia cardíaca post-ejercicio, tuvieron menor sensación de disnea tras la carrera y aumentó el flujo inspiratorio nasal máximo.
En este caso, este artículo sí pudo concluir que las tiras nasales externas mejoran la capacidad aeróbica y la comodidad respiratoria en adolescentes deportistas.
Otro estudio de 2020 también comprobó esto mismo con 71 adolescentes. Todos los resultados fueron estadísticamente significativos sobre las variables resistencia nasal, flujo inspiratorio nasal pico, VO₂max y percepción subjetiva del esfuerzo, favoreciendo las pruebas realizadas con las tiras nasales reales.
Este artículo destaca que una pequeña mejora en la respiración nasal puede traducirse en un rendimiento físico percibido más cómodo.
Como resultados, concluyeron que la tira nasal mejora la función nasal, aumenta el rendimiento cardiorrespiratorio y reduce la percepción de esfuerzo en adolescentes deportistas sanos (Santos-Ferreira et al., 2020).
Sin embargo, en ambos estudios el VO₂max se calculó mediante fórmulas indirectas, no se evaluó la condición física inicial de los participantes y se realizaron los test en diferente día sin considerar otros factores que pueden afectar al rendimiento como sueño, alimentación o estado emocional.
Además, estas mejoras no fueron suficientes ni homogéneas como para generar conclusiones robustas a nivel poblacional.
Viendo que la evidencia científica actual es algo confusa, la revisión sistemática y meta-análisis más reciente al respecto, de 2021, quiso evaluar si el uso de las tiras nasales mejora realmente el rendimiento físico durante el ejercicio, revisando los artículos y resultados ya publicados al respecto.
Incluyeron 19 estudios, realizados tanto en hombres como en mujeres, deportistas y no deportistas, de entre 12 y 35 años. Valoraron variables como el VO₂max, la frecuencia cardíaca y la percepción subjetiva del esfuerzo.
¿A qué conclusión llegaron tras el metaanálisis? que las tiras nasales no mejoran significativamente el rendimiento aeróbico, la frecuencia cardíaca ni la percepción del esfuerzo en individuos sanos durante el ejercicio (Dinardi et al., 2021).
Efectos subjetivos vs. objetivos
Pero ¿por qué si científicamente no aportan beneficios se han hecho tan famosas? ¿por qué las usan los atletas y deportistas?
Un aspecto clave de estas investigaciones es que se pueden analizar diversos parámetros, pudiendo diferenciar entre variables subjetivas y objetivas.
Lo relevante de todo esto es que las mejoras difieren entre estas variables. En este sentido, los estudios muestran mejoras subjetivas en la sensación de respiración y congestión, pero los efectos objetivo, como ya sabemos, son modestos o no significativos.
Un estudio de 2019 fue más allá del rendimiento, quiso analizar el efecto de las tiras nasales externas sobre la calidad del sueño, la sensación de congestión nasal y la sensación de descanso al despertar en personas con congestión nasal nocturna crónica diagnosticada.
Para ello, se llevaron a cabo dos estudios clínicos controlados, aleatorizados y doble ciego, comparando el uso de tiras nasales reales vs. tiras placebo durante 14 días.
¿Qué resultados obtuvieron? No hubo diferencias significativas entre las tiras reales y las placebo, en ambos casos hubo una mejora significativa similar respecto al inicio de la intervención, probablemente, debido al efecto placebo.
Las tiras nasales reales no mejoraron la calidad del sueño por encima de las tiras placebo, por tanto, este efecto subjetivo fue alto, posiblemente influido por la popularidad del producto y la expectativa de los participantes.
Las tiras nasales externas también parecen mejorar percepciones subjetivas como la facilidad para respirar o el tiempo respirando solo por la nariz en triatletas, pero sin mejorar variables objetivas como el VO₂max, el tiempo total de ejercicio hasta el agotamiento ni el flujo inspiratorio nasal máximo tras el ejercicio.
Los triatletas reportaron que, sin las tiras, sentían que les faltaba el aire, mientras que con el uso de las tiras nasales, esta sensación disminuyó significativamente. Esto sugiere que, aunque las tiras no siempre vayan a cambiar los parámetros objetivos, sí pueden hacer que los atletas se sientan más cómodos respirando.
Incluso estudios más antiguos, de 1998, ya demostraron resultados similares. Realizaron 2 pruebas de esfuerzo a 20 hombres jóvenes, activos y sanos, una la tenían que realizar con tira nasal externa y la otra sin tira, pero en ambos casos con la boca tapada, obligando a respirar solo por la nariz.
Los participantes reportaron sentirse mejor respirando con la tira nasal, sin embargo, no se registraron cambios en la frecuencia cardíaca, velocidad de carrera, tiempo total de ejercicio, recuperación respiratoria después del ejercicio y el número de veces en que los sujetos decidieron quitar la cinta de la boca.
Tiras nasales y problemas respiratorios
Aunque hemos podido comprobar, según los estudios actuales, que las tiras nasales no tienen el maravilloso beneficio que se promete o que se trata de vender, existen otras poblaciones en las que puede ser verdaderamente útil.
Estos dispositivos aumentan el área de paso del aire y reducen la resistencia nasal, facilitando la respiración, especialmente en casos de obstrucción por desviación del tabique o compromiso de la válvula nasal.
En 1998, un estudio evaluó la eficacia de las tiras nasales externas en tres grupos, el grupo A, formado por personas sanas, el grupo B, participantes con obstrucción por desviación del tabique, y un grupo C con obstrucción por congestión mucosa.
Cada participante fue evaluado sin tratamiento, con la tira nasal y tras aplicar un descongestionante nasal tópico, midiendo el área de paso del aire, la resistencia nasal al flujo de aire y la sensación subjetiva de obstrucción.
¿Qué resultados obtuvieron? Se observó que el grupo B, quienes tenían desviación del tabique nasal, el dilatador mejoró tanto el flujo de aire como la sensación de respirar mejor, siendo incluso más eficaz que un descongestionante.
En personas sanas, el grupo A, también se notaron mejoras, aunque más leves. Sin embargo, en el grupo C, que padecía congestión por resfriado o alergia, la tira nasal no resultó útil a nivel subjetivo, a pesar de mejorar algunas mediciones.
En personas con compromiso de la válvula nasal también se ha visto que los dilatadores nasales, en este caso internos, mejoran significativamente el VO₂max, la ventilación pulmonar, el tiempo total de ejercicio y la duración de la respiración exclusivamente nasal.
Además, también disminuyó la sensación de disnea y fatiga. En cambio, en los atletas sin obstrucción, el dilatador no tuvo efectos relevantes.
Por ello, si hay un problema real en el flujo de aire nasal, los dilatadores y tiras nasales pueden marcar la diferencia en el rendimiento. (Valsamidis et al., 2024).
Limitaciones del análisis
El problema es que al ser un tema poco estudiado, existen diferentes limitaciones en los estudios que cuestionan la validez de los resultados.
Las siguientes limitaciones hay que tenerlas en cuenta a la hora de leer estos (y otros) artículos científicos e interpretar sus resultados.
- La calidad de las metodologías, que en este caso es baja en la mayoría de los estudios.
- Ten en cuenta el tamaño de la muestra. Las muestras suelen ser pequeñas y heterogéneas, lo que no permite atribuir los resultados específicamente a las tiras nasales.
- Falta estandarizar protocolos e intervenciones para su análisis.
- Existe un alto riesgo de sesgos.
- Los estudios suelen centrarse en personas sanas y no en sujetos con obstrucción nasal, rinitis o apnea. Sería interesante analizar más en profundidad cómo las tiras nasales pueden ayudar a personas con problemas respiratorios en el ámbito deportivo.
Tipos de dilatadores nasales
Aunque ya sabemos que la literatura científica es escasa y no se pueden sacar conclusiones determinantes, este artículo de Kiyohara et al., publicado en 2016, ofrece un punto de partida para poder clasificar las tiras nasales disponibles actualmente en el mercado.
Este artículo analizó dilatadores nasales mecánicos disponibles en el mercado y con artículos científicos publicados acerca de su eficacia objetiva.
Los dilatadores evaluados fueron las tiras nasales externas, consideradas efectivas para aliviar la obstrucción en algunos pacientes; los clips nasales, menos estudiados pero aparentemente prometedores; los stents nasales, con poca evidencia disponible; y los estimuladores septales, que actualmente no hay estudios publicados que avalen su eficacia.
Aun así, estos resultados deben interpretarse con visión crítica, teniendo en cuenta las limitaciones metodológicas por la falta de estudios comparativos bien diseñados.
Por otro lado, si hablamos de la diferencia entre dilatadores nasales internos y externos, los dilatadores internos suelen mostrar una mayor mejora en el flujo inspiratorio máximo que los externos, es decir, los internos suelen abrir mejor el paso del aire al inspirar que los que van pegados por fuera, permitiendo una respiración más fácil y profunda (Lekakis et al., 2016).
Sabiendo todo esto, y teniendo en cuenta que la mayoría de las mejoras se van a dar de manera subjetiva, si te decides a usar los dilatadores o tiras nasales, opta por el que te proporcione más comodidad, confort y sensación de mejora.
¿Tienen cabida las tiras nasales en el deporte?
Según los estudios más recientes, las tiras nasales son seguras, económicas y no están prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje.
Sin embargo, a día de hoy no hay evidencia científica sólida que justifique su uso para mejorar el rendimiento físico en personas sanas.
No debe hablarse de resultados determinantes ni contundentes en cuanto a variables objetivas, sin embargo, sí parece ofrecer mejoras a nivel subjetivo en atletas y personas sanas.
Lo que puede plantearse como una herramienta válida y no invasiva para mejorar las sensaciones de los atletas y así, su percepción sobre el rendimiento deportivo.
Actualmente para las únicas personas que sí podría tener cierto beneficio es para aquellas personas que sufren de obstrucción nasal o deportistas jóvenes que padezcan molestias respiratorias, y en casos donde se busque mayor comodidad respiratoria a nivel subjetivo durante el ejercicio.
Lo que has leído en este artículo es solo una muestra de cómo la ciencia puede desmontar mitos en torno al rendimiento deportivo. Las tiras nasales, aunque populares, no ofrecen mejoras objetivas significativas, y eso nos recuerda la importancia de basar el entrenamiento en evidencia y no en modas.
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